Los protectores eléctricos protegen eficazmente los equipos eléctricos de problemas de alimentación mediante mecanismos como la regulación de voltaje, protección contra sobrecorriente, protección contra sobretensión y protección transitoria. Pueden prolongar la vida útil del equipo, mejorar su estabilidad y proporcionar una seguridad adicional, permitiendo que el equipo funcione normalmente bajo condiciones inestables de la red.



















